Buenas cuando acá es de noche. Estamos en un pueblo donde creo que jamás cayó un guiri del cielo en bicicleta (Yakayan). Miradas y más miradas. Nos alojan los budistas en un templo, pero al dormir nada de apuntar con los pies a Buda. Cosas de su religión. Pues a mí me da igual poner los pies mirando al Himalaya si hace falta, que tras la pedaleada duermo igual de bien. Y ante todo respetar sus costumbres.

Fueron estos unos días de Parques naturales, jungla, monos, lagartos de 2 metros que no vean como corren al sentirse mirados, y mira que me camuflé en mi piel. Me tenían que ver desnudo por la selva en plan "Tarzán sin taparrabos" para intentar acercarme al lagarto. Pero ni aun así conseguí acercarme a menos de 10 metros. Salió corriendo como si fuera una lagartija.

Impresionante todo. ¿Todo, todo? No. Todo menos los mosquitos. Dormir al raso es lindo gracias a la mosquitera. De lo contrario sería un calvario. El otro día nos volvió a dar cobijo una encantadora familia con vacas. Uno de los hijos duerme con ellas por si aparece algún tigre conectar la valla eléctrica. Ahora Ahora nos dirigimos hacia lugares inóxpitos hacia el norte.

Por acá todavía no nos ha caído ninguna tromba de agua. Un par de días 4 gotas. Desde noviembre que acaba el monzón (época de lluvias) llueve muy esporádicamente hasta que en mayo llega de nuevo el monzón. A ver que tal en esa época. Me imagino que más de un día acabaremos chipiaus, pero con el calor que hace se agradecerá. También lo agradecerá la tierra y el bosque, que están muy secos fuera de lo que son los cauces de los ríos. Yo pensaba que todo esto era jungla, pero la verdad es que, aun siendo muy verde por las zonas de cultivo y las muchas riberas de río donde se encuentra la vegetación selvática, luego hay zonas bien secas. El monzón seguramente nos pille en su inicio en Laos, país con menos infraestructuras por lo que dicen y donde hay zonas que en monzón se complican para circular, sobre todo en bici porque las carreteras son de tierra y en monzón de barro. Ya veremos que onda, e intentaremos si es caso no salir de carreteras principales.
Thailandia tiene una red de carreteras mejor de lo que pensaba, muy anchas, con un arcén muy amplio y en muy buenas condiciones de asfaltado. Eso si, si te sales de las rutas de carretera para adentrarte en zonas de montaña, la cosa se pone cuesta arriba que da miedo solo de verlo. Yo lo del pedaleo lo llevo muy bien, y con los días ya el cuerpo se acostumbra al calor y entra algo más de hambre. Ya que al principio ni hambre teníamos de tanto calor. La que lleva algo peor lo del pedaleo es Venus, sobre todo cuando el terreno se pone cuesta arriba o sopla algo de aire. Pero como prisa no tenemos, pues con calma y hasta donde lleguemos cada día. Lo que pasa es que ella se enfurruña un poco porque me ve que yo voy como si nada y a ella le duelen las piernas. Y a veces mandaría la bici al cuerno. Pero cada día va mejor, y en cuanto pase un mes pillará más fuerza en las piernas y lo llevará mejor.
A mí me está encantando este tipo de viaje en bici. Una sensación de libertad y autonomía de movimientos absoluta, y posibilidad de parar cuando quieres, escuchar los sonidos, oler los miles de aromas... Una gozada y sin humo ni ruido. Y las piernas me responden muy bien, tantos años moviéndome en bici para ir a estudiar, a currar, al casco antiguo, etc. se tenían que notar. A nuestro paso todo son sonrisas y saludos con la mano: Hellooooooo...Sawadi Kaaaa. La gente de los coches nos pita con alegría, l=s de las motos giran la cabeza y miran con el descaro de un niño. Motos que son cientas y en cada moto hasta 4 personas a vaces entre adult=s, niñ=s y bebes. O motos con sidecar que llevan tropecientos kilos de sacos.
Y como digo, Thailandia me sorprende por ser un país rural pero donde no se ve miseria. La gente parece vivir muy bien, con las necesidades cubiertas y bien repartido entre la población. El sueldo medio es de unos 400 euros/mes. No se ven grandes contrastes de riqueza. Lo justo, como en cualquier lugar. Laos y Camboya deben ser más pobres al parecer. Y con razón le llaman a esto la tierra de las sonrisas, porque salvo algún caso, todo el mundo sonríe que da gusto, incluso trabajando, y eso quiere decir mucho.
"Arriba ese ánimo. Piensa en positivo. Mira el lado bueno de tu situación. Estas donde estás por voluntad propia, y cuando lo decidas sabes que puedes cambiar de lugar. Tenemos la suerte de poder hacerlo en la tierra en la que hemos nacido. Y si lo que te late es darte un rule, pues despega y vuela alto, que sabes. Y sólo se vive una vez, que no se te olvide. No dejes que se te escape de entre los dedos la vida y la felicidad". Frases como estas me rebotaban en la cabeza una y otra vez antes de emprender la escapada a Asia. Y me ayudaron a tomar la decisión de arrancar de nuevo hacia la aventura de lo desconocido. Y ahora estoy muy feliz. Como no estarlo pudiendo vivir esta experiencia de nuevo, con la novedad de la bici, que me encanta, y de estas tierras asiáticas, que aun no entendiéndonos mucho, son un amor. Precioso todo y muy tranquilo. Y antes de dar el bote tuve mis miedos, no os creáis. Ya con el viaje decidido me entraba el canguele de dejar la casa, mudanza y al volver vuelta a buscar alquiler, dejar el curro, mi comodidad en nuestra tierra... Pero sabía que en cuanto tuviese un pie en el avión todo eso desaparecería y un nuevo sueño comenzaría. Y así ha sido. Nos dan miedo los cambios y lo desconocido, pero que grande es enfrentarte a ese miedo, superarlo y ver que el paso dado es el correcto, el que te conduce a estar muy bien. Sin miedo y sigue tu corazón. A botepronto, ¿Qué te pide? Pues HAZLO, HAZLO AHORA...Mañana podría ser tarde. Vive.
Estas tierras me traen muchos recuerdos de Latinoamérica. Las facciones faciales de algunas gentes, los paisajes, los malinches y tamarindos, la fruta, el calor, el color de la tierra, los pies descalzos, l=s viajer=s sin medir el tiempo, la tranquilidad de todo, las duchas a pozales, los refrescos en bolsas con pajita, los autobuses coloridos, el ventilador en la habitación, las cucarachas como caballos, los animales, la jungla... Y los pinches mosquitos, el todo el día sudando, lo barato que es todo... Y todo mucho más limpio y tranquilo que Latinoamérica. Muchos y muy buenos recuerdos. Es un placer poder vivir esto aunque sea por un periodo de vez en cuando.
Que sigáis muy bien por allá, muchísimos besos para tod=s.
MUAKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKK