Dos personas: Venus y Mitxel. Encontramos en Internet un vuelo barato a Bangkok (Thailandia) y lo compramos. En Barajas, el 21 de marzo, día del vuelo, no nos dejaron embarcar por no tener billete de regreso. Cambio de vuelo para 2 días después, conseguimos un visado para dos meses en la embajada de Tailandia en Madrid... y por fin el 23 de marzo de 2007 volamos llen@s de ilusión a Tailandia con la idea y las ganas de recorrer el sudeste asiático en bicicleta por varios meses.
Sin fecha de regreso, sin itinerario prefijado, sin prisas, sin contaminar... Y con energía, con ganas de aprender de otra cultura y de otra forma de entender la vida, con ganas de comunicarnos pese a las trabas del idioma, con ganas de que cada día nos sorprendiera con un recorrido lleno de sonrisas, saludos, ríos y cascadas, tribus de montaña, templos budistas, mercados callejeros, campos de arroz, lluvias de monzón...
Cada amanecer nos recordaba que estábamos en el lugar por donde sale el sol: El lejano Oriente.
Cada anochecer, el ocaso mandaba nuestros recuerdos a la tierra de la que llegamos: Occidente.
Y resultó que estuvimos 4 meses en los que recorrimos pedaleando 4.000 km. por tierras de Tailandia, Laos y Camboya. Saliendo de Bangkok, donde compramos las bicis, y llegando de nuevo a Bangkok con las ruedas más desgastadas y el corazón más nuevo.
Sin fecha de regreso, sin itinerario prefijado, sin prisas, sin contaminar... Y con energía, con ganas de aprender de otra cultura y de otra forma de entender la vida, con ganas de comunicarnos pese a las trabas del idioma, con ganas de que cada día nos sorprendiera con un recorrido lleno de sonrisas, saludos, ríos y cascadas, tribus de montaña, templos budistas, mercados callejeros, campos de arroz, lluvias de monzón...
Cada amanecer nos recordaba que estábamos en el lugar por donde sale el sol: El lejano Oriente.
Cada anochecer, el ocaso mandaba nuestros recuerdos a la tierra de la que llegamos: Occidente.
Y resultó que estuvimos 4 meses en los que recorrimos pedaleando 4.000 km. por tierras de Tailandia, Laos y Camboya. Saliendo de Bangkok, donde compramos las bicis, y llegando de nuevo a Bangkok con las ruedas más desgastadas y el corazón más nuevo.