Bangkok nos recibió de gala. Coches, motos, taxis, tuk-tuks, autobuses... todos echando humo al unisono para crear una cortina de magia que se abriera dándonos paso entre las grandes avenidas. Así da gusto vover a un lugar. Gentes abarrotaban las calles, puestos de comida en cada esquina aprovechaban la ocasión para vender comida a diestro y siniestro. Las tiendas y centros comerciales abrieron sus puertas aun siendo domingo en previsión de las oleadas de people que se iban a echar a las calles a recibirnos 4 meses después... Nuestro sentimiento de ciclista escapado que llega victorioso a la meta, de matrimonio caminando hacia el altar ante los ojos de la mechedumbre,... todo se desvaneció al comprobar que nada de eso era debido a nuestra llegada, que cada día en Bangkok es así. Que todas esas ordas de gentio no estaban en la calle para vernos, sino que más bien éramos nosotr=s l=s que llegábamos para ver ese gentio. En resumidas cuentas: que Bangkok estaba igual que lo dejamos, lleno de gente, humo, coches, ruido y cosas que comprar. Llegamos a Bangkok en bus para evitar la odiosa e interminable entrada a una gran ciudad, pero no lo conseguimos evitar del todo, ya que desde la estación de autobús hasta el centro (Kaosan) tuvimos 17 km de pedaleo entre avenidas repletas de trafico. Pero fácil porque era todo recto menos al final, donde dimos unas pocas vueltas de reconocimiento hasta llegar al lugar. Por el camino, la casualidad nos llevó a pasar por ChinaTown justo por delante de la tienda donde compramos las bicis. Un placer poder saludarles y contarles el buen funcionamiento de las burras. Una vez acomodad=s en un barato hospedaje, nos derramamos por las calles a degustar todas las cosas ricas que en la calle se cocinan. Casualidades de la vida, sabiamos que andaban por ahi l=s vasc=s que conocimos en Laos en las 4000 islas, y nos juntamos a la noche. Con nuevas historias que intercambiarnos, el cansancio cedió a las ganas de charlar, y ahi le dimos duro a la lengua hasta llegar casi casi a la afonia. Al día siguiente nos encontarmos con dos kolegas de Iruñea y una de Ablitas que se unió pronto al grupo para comer. Y es que cuando llevas tiempo fuera sin poder hablar con soltura con nadie, se agradece un montón charlar un rato agusto con gente de la Tierra, esa que nos marca el lugar donde crecemos. Al día siguiente, otr=s dos de Mongragón kolegas de l=s ya conocid=s... Vamos, que al final acabe afonico de conversaciones cruzadas y de casi quitarnos la palabra. Ordas de extranjer=s llegaban y se iban cada día de la ciudad. Es una pasada la magnitud que ha alcanzado el turismo en Tailandia, y Bangkok no es sólo aeropuerto de llegada y salida. Bagkok (BKK) es un lugar donde hay gente que se queda tiempo. Y la decisión estaba tomada antes de llegar a Bangkok, sólo habia que darle forma. Nos volvíamos para el hogar. Diversas razones personales hacían este momento para l=s dos un buen momento para estar en nuestra Tierra. Y además sentíamos completado un círculo y ganas de colgar la bici por el momento. Esto es lo bonito de un viaje abierto y sin planes fijos, que en cualquier momento gira y cambia por completo. Hacía 10 días, en las playas de Koh Chang ninguno podíamos pensar que ahora estaríamos en "casa". Pero de repente todo concuerda y zás!!!... vuelo a Madrid y en 20 horas cambias totalmente de realidad. Una ojeada a internet mirando vuelos y aparece uno barato. Preguntamos en una agencia y nos lo ofrecen más barato, y preguntamos en otra y nos lo ofrecen aún más barato que el vuelo de ir a Bangkok hace 4 meses. Increíble pero cierto. Y ahora en Madrid, cuando son las 12 de la noche, aún no me acabo de creer que en la calle ya no hay puestos de comida, que entiendo a la gente cuando habla perfectamente, que en el aeropuerto no hace falta que me esfuerce hablando en inglés, que todo es mucho más caro y los ojos no son rasgados, que un templo de monjes budistas ya no es mi cama esta noche, que la comida no pica, que he comido jamon, chorizo y queso, que los mosquitos no tienen dengue.... Se hace raro ver la bicicleta metida en una caja esperando ser desempaquetada y vuelta a montar, cuando ha sido compañera inseparable cada día para lo bueno y para lo menos bueno. Ayer la empaquetamos en la Bangkok y justo pasaron dos coreanos que también llegaban de una temporada en bici y se van el domingo a Korea. Han sido varios los encuentros con bicicletandador=s: L=s ciclown, dos frances=s, dos belgas, un gringo, un tailandés, dos holandes=s, un noruego, un canadiense y una francesa, y los dos coreanos de ayer. Creo que no se me olvida ningun=. Pero con ningun= hemos coincidido para pedalear junt=s. Siempre en el otro sentido o llegando cuando nosotr=s nos íbamos. La bicicleta nos a enseñado una realidad que difícilmente se palpa desde el autobús, nos ha dado la libertad de llegar a rincones que de otra manera ni existen en los mapas ni en las guías. De coincidir con gentes que nos han acogido con el cariño de quien agoje a un gato callejero. Y de sentir como el cuerpo avanza despacio pero constante por los caminos que hemos ido eligiendo cada dia. También ha habido momentos duros, pero estos quedan en la trastienda del recuerdo, ocultos por el buen sabor de boca de los buenos momentos que han sido muchos más y más intensos. Ahora seguimos de viaje diferente. Mañana a fiestas de mi pueblo y el martes nos vamos 15 días a Túnez. Hasta septiembre andaremos por la península ibérica o cercanías, y luego es futuro, así que nadie sabe. Tenemos tiempo por delante y ese es el mejor de los regalos. El sentimiento de vértigo en algunos momentos es inevitable ante la decisión tomada de regresar tan repentinamente. Todo esta sucediendo muy rápido. Anteayer pedaleando en Camboya, ayer en Bangkok, hoy en Madrid, mañana en Mozar de Valverde (Zamora), en 4 días en Túnez, en agosto de nuevo en Mozar (mi pueblooooooo !!!).... Quien sabe si en septiembre en India o Brazil... La vida es un viaje en si misma. La actitud con que se viva lo es todo, y puede ser tan bonito el comerse un arroz en las montañas de Laos, como desayunar en tu casa escuchando tu música preferida, como bailar en un sambódromo en Brazil, como tomarte una cerveza con kolegas en el bar de la esquina, como escalar en la Patagonia Argentina, como pasear por el Irati en Navarra... Lo desconocido es lo que más nos atrae y en ocasiones se nos olvidan los placeres de lo cotidiano, que por cotidiano parece perder su encanto. Pero lo que está claro es que una escapada de vez en cuando es de lo más lindo y enriquecedor. Nuevos paisajes, nuevas culturas, otra gente y lengua, olores desconocidos... Sorpresa tras sorpresa. Seguiremos en contacto... Ya nos iremos juntando poco a poco en los diversos caminos de la vida. Un abrazo de manillar y besos de frenada. IRRI TA BIZI !!!!!!!
Mitxel
P.D.: Si queréis darle un repaso en fotos al pedaleo por Tailandia, Laos, Camboya y Tailandia de nuevo ya sabéis que podéis echarle un ojo a nuestro álbun de fotos:
Y el chupinazo llego en Tailandia entre nuestros suenios como 13 horas antes de lo previsto. Sobre las 3 o 4 de la madrugada empiezan los rayos y truenos de lo que parecia el inicio de una nueva tormenta tropical de monzon. Gora Sanfermin !!!! Y sobre el techo de la chabola empezamos a escuchar el armonioso caer de las gotas de lluvia. A ratos suave, y a ratos con la furia con que nos tiene acostumbrad=s por estas tierras. Y a la mente me viene el recuerdo de los rios de champan que vuelan sobre las cabezas en el momento del chupinazo, y los cuerpos mojados de mezcla de olores, bebidas y colores. Entonces pienso: El chupinazo nos llega desde Irunea con chupinazo y champan sobre nuestro techo de bambu.
Por estas tierras la mayoria de las casas estan construidas sobre pilares precisamente para evitar que sean inundadas en epoca de monzon. Y mas aun si se encuentran cerca de un rio o lago. Asi que no hay problema de que las aguas entren al hogar. Aunque como todo, depende de lo que llueva, de lo alta que este la casa y de lo que suba el agua. En nuestro caso el agua seguia subiendo, y en cosa de media hora desde que nos levantamos (serian las 7 de la maniana), el rio ya pasaba totalmente por debajo de nuestra morada a escasos dos palmos del suelo. Las bicis las retiramos mas lejos y guardamos nuestras cosas en las alforjas por si habia que salir pitando del chabolo.
Ahora a escasos km de Bangkok y de nuevo con los pedales girando, ayer 14 de julio (dia del "pobre de mi" que pone fin a las fiestas de sanfermin) puede que colgáramos el culote por el momento una vez completado el circulo de 4.000 km que nos ha devuelto al lugar de origen del periplo bicicletero: BANGKOK. Lugar de origen y quiza de final del pedaleo. Ahora toca decidir hacia donde encaminamos nuestros pasos sin la YAKAYAN (bicicleta) que tantos momentos sorprendentes nos ha regalado por estas tierras. No se si nos acordaremos de caminar, pero como la bici la llevamos debajo de sobaco... el pedaleo puede comenzar de nuevo. Cuantas posibilidades se abren en abanico desde Bangkok. A ver cual es la que nos sorprende...
Cuenta la leyenda que el reino de Kambuja, el de los hijos de Kambu, el fundador del país, surgió de las aguas como la dote para la unión entre el Brahman indio Kaundiya y una princesa local. Cuando el héroe indio navegaba por un inmenso lago, vio a la princesa y le lanzó un dardo con el que enamoro de forma irreversible a la incauta. El suegro, un dragón que dominaba el lago, hizo surgir la tierra y la cedió como dote al foráneo Casanova. Sea como fuere, el origen de Camboya esta claramente marcado por la llegada de los primeros colonos que venían desde la India.
Camboya es la tierra de los khmers (jemeres), la etnia dominante en el país con la población más homogénea de todo el sudeste asiático. También este nombre trae los nefastos recuerdos de los khmers rouges, los jemeres rojos de Pol-Pot, y de principios de los 70s, llenos de oscurantismo, limpieza étnica y agrariarismo. Ahora es el Reino de Camboya, y su rey Sihanouk es uno de los camaleones políticos más longevos de Asia, omnipresente en el devenir histórico de la región a lo largo de los últimos 75 años. 
Desde 1996 Camboya volvió a abrir sus fronteras al resto del mundo, dejando atrás un largo periodo de mas de 30 años de guerras y aislacionismo. Las consecuencias son aún palpables: las peores carreteras e infraestructuras de la región, y todavía un@s 800 afectad@s cada año por accidentes con minas o munición sin explotar. No es raro ver mutilados a lo largo del viaje. Este peligro latente limita el desarrollo agrícola de amplias zonas, sobre todo en las montañas. Los presupuestos para desminar los campos son impensables para la economía de uno de los países más pobres de Asia. Camboya depende totalmente de la ayuda internacional para abordar esta tarea. Localizar, desactivar y anular una mina cuesta aproximadamente unos 300 USD. Fabricarla tan solo 3. Junto con Afganistan y Angola, Camboya es de las zonas más minadas del mundo. Queda mucho por hacer. 
En nuestra opinión l@s camboyan@s son la gente mas dulce que hemos encontrado en Asia hasta ahora. Tras el aislamiento y la guerra, ahora les apetece hablar con extranjeros, practicar inglés, saber de otros lugares. Siempre nos trataron con extrema amabilidad, incluso en las zonas mas alejadas de todo lugar, que son las que aconsejamos recorrer si queréis disfrutar de verdad este país. Muy, muy buena gente.
Los productos de todo tipo que venden por la calle, en un momento son cubiertos de plasticos que salvaguarden el genero, los puestos de comida bajo grandes sombrillas, que igual protegen del sol que de un diluvio, ni se inmutan en su continuo humeo de arroz y frituras calientes. La vida sigue bajo la lluvia como si nada, y es que de lo contrario en esta epoca mucho seria el periodo del dia que no se haria nada.
Camboya fue un cumulo de sorpresas y de diversidad en toda nuestra andadura por sus tierras. Nos recibio con un plato de arroz ofrecido por los militares en un puesto a pie de carretera donde paramos a beber un cafe frio, y resulto que al lado estaban los milikos y comian de rancho en ese mismo puesto. Y nos despidio con la policia velando por nuestra seguridad. Pero los acontecimientos poco a poco.
De alla nos fuimos muy a pesar de que casi cada familia queria convidarnos a una noche mas en cada una de sus casas. Y es que mirarnos parecia mas divertido que la tonica habitual de la television. Unos guiris de carne y hueso solit=s para ell=s. Y vaya que si nos repasaron de arriba abajo, y a cada descubrimiento de algo diferente a ell=s las carcajadas parecian salpicar el rio.
Un camino de tierra junto al rio Mekong, a tramos convertido en un lodazal lleno de balsas, nos fue llevando hacia el sur. De barro hasta las cejas y a ratos por caminos entre maizales que no llevaban a ningun lado, y tras muchas horas de pedal, flanquear obstaculos y encallarnos en el barro, llegamos al final del dia en una ciudad fuera del barro. Fue duro, pero los pueblos casi constantes que atravesamos fueron de las partes mas bonitas del viaje. Muchas zonas de musulmanes con grandes mezquitas, y el continuo saludo desde las casas. En Camboya el HELLO !! sustituia a su SUSUDEY original. O incluso un OK bien alto servia de saludo. O un TENKIUU !!, BYE-BYE !!! Lo que fuera en ingles servia pa saludar al farang en bici. Muy amables y cercan=s.
Y km a km fuimos cruzando Camboya de norte a sur sin pasar por la zona de Ankor, ruinas que son el mayor reclamo turistico del pais. Decidimos pasar a Tailandia por el sur, cerquita de la costa, por una carretera txikita lejos del tumulto turista para evitar esa Camboya vendida al turismo en las cercanias de Ankor. Y fue un acierto. Cuestas pa arriba y pa abajo, pero muy tranquil=s, sin casi trafico y zonas preciosas. Entre tanto fuimos durmiendo en la entrada de un consultorio medico, en un templito budista, en un horfanato y casi en comisaria.
Habiamos llegado a un pueblo (Odong), acercandonos a la costa sur, y seria nuestra campo de descanso para ese dia. Nuestra morada un templo budista donde nos hicieron un hueco sin problemas. Entre lluvias y claros pasamos el dia un rato por aaca, otro rato comiendo por alla, otro rato de paseo por la via del tren que atraviesa el pueblo... Y nada parecia ser diferente a otros dias. Por la noche cenamos en un bareto un arroz bien rico y llego la pregunta del millon. Donde dormis esta noche? (ya que no habia hospedaje cerca). Y al decirles que en el templo empezo la confusion. Un hijo de la del bar, que sabia algo de ingles nos trataba de decir que en el templo no podiamos dormir, pero no entendiamos porque. Llego la policia y la cosa nos empezo a resultar mas extrania y no entendiamos porque no podiamos dormir en el templo. Pues al final llego la profesora de ingles del pueblo y nos explico que en la zona habia gansters y que mejor si dormiamos en comisaria para evitar que nos robasen. Y no hubo opcion a decir que no, porque la pli dijo que con ellos a dormir... y con ellos fuimos a dormir. Nos escoltaron en moto y bicis hasta el templo a recoger las cosas y de la misma, porra en mano, nos llevaron a la casa de uno de los polis donde decian que ibamos a estar bien protegidos. Y alla pasamos al noche hasta el amanecer, flipando con tanta seguridad y proteccion, que la verdad es que mas creiamos que les hacia ilusion ir de salvadores del guiri, que el peligro que realmente existiera de gansters. Por lo menos dormimos en una casa y no en comisaria como nos decian al principio. Yo ya me veia durmiendo en el calabozo, como contaba Iker en su viaje en bici desde Matauko (Araba) hasta Katmandu (Nepal). Me acorde de ti en esta noche.
Al dia siguiente dormimos en un horfanato rodead=s de 75 nini=os y se repitio el comentario de que en esa zona hay bandidos, y que en el horfanato dormiamos protegid=s. Asi que con la mosca detras de la oreja, y quedandonos 120 km para la frontera, decidimos al dia siguiente pedalear hasta la frontera para dormir mas tranquil=s en hospedaje sin pensar en si l=s bandidos aparecerian esa noche a por nuestras JOYAS. Y realmente deben quedar grupusculos de Jemeres rojos en esa zona aunque no se si muy operativos.
Y abandonamos Camboya tras 11 dias para introducirnos de nuevo en la ya conocida Tailandia. Y aca nos sentimos como en casa. Parece mentira que estando tan cerca cambie tanto la situacion economica de estos paises. Laos y Camboya mucho mas pobres, y la vecina Tailandia tierra de abundancia donde a la gente se le ve vivir bastante mas comoda aun siendo un pais muy rural, pero con otro grado de desarrollo economico y de infraestructuras. Imagino que se podria asemejar a la diferencia economica que hace 30 anios existia entre Francia y sus vecinos Espinia y Portugal.
Y ahora en una isla Tailandesa (Koh Chang) en el golfo de Tailandia junto a Camboya donde nos relajamos antes de nuestra recta de llegada de nuevo a Bangkok. Estas islas de esta parte las venden como las menos explotadas turisticamente, pero estan ya infestadas de Farang, hoteles, bungalows... No quiero ni imaginar como sera la costa de Andaman donde llega el turismo masivo y azoto el Tsunami hace casi 3 anios.
La isla tiene 30 km de norte a sur, y unos 8-10 de este a oeste, y unas cuestas de impresion que no invitan nada a recorrerla en bici. Asi que hacemos paseicos cortos de dos o tres cuestas, y a descansar frente a la playa en una choza de madera junto a un regacho que baja al mar. La pena es que el tiempo esta muy revuelto, porque es un buen lugar para bucear o perderse entre corales y peces de colores con unas gafas. A ver si sale algun dia bueno y nos sumergimos entre tiburones.
Os cuento que ayer volvimos a tener una muy buena experiencia en Camboya que nos ratifica que cuanto menos esperas de un lugar, mas te da. Estabamos dandonos un banio en el rio.... Mekong por supuesto, para luego buscar algun huequillo pa dormir en un pueblo sin alojamiento. En el templo budista no nos quisieron hacer un hueco los policias que eran los encargados de dejarnos o no (no hay poli bueno)... asi que ya teniamos fichado un cubierto a las afueras. 
Pero en el rio nos abordaron dos hombres y nos llevaron a su casa flotante en el rio donde crian peces, ellos y todas las familias (unas 10) que viven el rio. Y alla pasamos la tarde y noche encantadas con una gente majisima.
Continuara.........
En Laos terminamos la estancia al limite del visado como marques=s. Llegamos a las 4000 islas del Mekong, un lugar donde el rio se ensancha de tal manera que se forma un amasijo de islas e islotes que forman este archipielago fluvial. Algunas de las islas estan habitadas, y a una de ellas nos introdujimos a pasar unos dias de calma y rio. Elegimos Don Det, la mas pequenia de las que ofrecen hospedaje. 4 km de norte a sur, y otros 3 de este a oeste. Sin carreteras, sin coches, sin luz de red, y hace pocos anios sin nada pal turismo. Pero hay amigo, Laos se abrio al turismo hace unos anios y esto esta creciendo como la espuma. En general todo el pais en sus lugares que tienen algo que ofrecer al turismo esta cambiando a pasos de alta velocidad. El Laos desconocido y sin turismo del que me hablaban antes de venir esta en vias de extincion. Si bien es verdad que el turismo se focaliza a dia de hoy en 5 sitios concretos y todavia no funcionan por aca las grandes TOUR OPERADORAS y cadenas de hoteles. Y saliendo de estos lugares, el resto es puro Laos con sus ventajas en cuanto a zonas virgenes y sus desventajas en cuanto a complicaciones de lenguaje y caminos transitables en epoca de lluvias fuera de la carretera principal.
La isla nos sorprendio gratamente con sus baratisimos precios en lo basico: dormir y comer. Y es que las islas suelen ser mas caras porque todo llega de fuera en barca y no tienes opcion de ir a otro lado. Pero aca sorprendentemente fue al reves, mas barato todavia que el resto de Laos. Asi que tras cruzar el rio con las bicis en un bote nos instalamos en un bungalow de bambu frente al atardecer y el rio... y asi paso un dia, y otro, y dos mas.... y asi hasta una semana. Vamos que si no es porque se nos terminaba el visado alla estamos todavia viendo los preciosos atardeceres con un batido de coco.
Isla sin carreteras pero con una pequenia red de senderos de tierra transitables en bici. Eso si despacito y con cuidado esquivando los pollos, l=s churumbeles correteando y alguna que otra moto que empiezan a ser medio de transporte en la isla (en poco tiempo la inundaran). Pues camino abajo, camino arriba se podia ver zonas de cascadas y rapidos en el rio, delfines de agua dulce de los que quedan muy pocos y parece que estan haciendo esfuerzos por protegerlos (los hemos visto hoy en Camboya).
La isla es todo tranquilidad y nada de ruido. Al atardecer bajan las gentes al rio a darse el banio de aseo diario, las mujeres con pareo, y conectan los generadores que daran luz a algunas viviendas hasta las 10-11 de la noche. Nuestra chabola iba con velas. Las barcas salen a pescar a todas horas, pero sobre todo al atardecer, atardeceres muy lindos cuando las nubes no se apelotonaban en el horizonte (que era lo mas habitual) y cielo esplotando de estrellas entre la silueta de los cocoteros en la noche cerrada. El silencio del generador dejaba la isla dormida hasta el amanecer.
Y a los dias va y aparece un portugues.
Pues alla se quedo Tailandia espoerandonos para que igual dentro de un mes volvamos a sus tierras costeras del sur rumbo a..... al sur claro. Resumen de acontecimientos. El paseo hacia la frontera con Laos en Chiang Kong ha sido maravilloso. Montanyas suaves con el trazado de la carretera evitando grandes desniveles (perfecto), todo muy verde y escapando con suerte de todas las lluvias caidas.
La frontera, pues como todas las fronteras, repleta de comercios y trajin de mercancias y gentes. Frontera fluvial, es el rio Mekong quien sirve de barrera natural en bastandes centenas de km entre Tailandia y Laos. Una orilla es Thai y la Otra Lao. No me digais que no es curioso. Sobre los poblados de la orilla derecha gobierna un rey, y sobre los de la izquierda un presidente. Pero a la hora de la verdad pillan el kayuko y se rien de fronteras y gobiernos... Ahora soy Thai, ahora soy Lao. Echo la red y si pesco me lo como igual hable como hable el pez.
Pues paso de frontera mas tranquilo de lo que habitualmente son las fronteras, que a veces parecen el oeste antiguo con pistolas, caras cicatricruzadas y fajos de billetes. Pues aca todo tranquilo. Y pillar un barco hacia Luang Prabang, unos 200-300 km rio abajo. Y uno se imagina que va a ir en un barco con dos o tres pisos, cubierta en la que sentir la brisa, pasear... Pues nanai. Una barcaza a motor repleta de bancos de madera y un techo de ojalata para protejernos de la lluvia-sol y donde fueron amarradas las Yakayan (bicicletas). Al principio pensabamos que iriamos cuatro y un tambor a nuestras anchas, pero pasaban los minutos, las medias horas, la hora y media hasta que salio tras la hora prevista, y aquello se lleno de guiris y algun que otro oriundo. No se de donde aparecio tanto farang (guiri), pero llenamos el barco de mochilas, botellas de agua y palabras raras. Este era el bote lento, porque la lancha rapida te planta en Luang Prabang en 6 horas. Pero no se respira el mismo ambiente. No compares. En el bote lento el primer dia te pasa 8 horas dentro y el segundo otras 10. Asi que al final ya no sabes ni como ponerte, y en mi caso te conoces todos los rincones de bote intentando escabullirte de tanto tumulto y de tanto guiri con sus flashes. Y es que con el invento de las camaras digitales parecemos tod=s reporteros del National Geographic en busca de la foto del anyo. Parada en un poblado a la derecha... flashes a la derecha encuadrando a la ninya en el agua. Parada a la izquierda en aldea... Flashes a la izquierda a por el anciano en la canoa. Somos la repera. Mas vale que a las gentes de los poblados les parece gracioso e incluso les hace ilusion tanto protagonismo. Se imaginaran apareciendo en las portadas de todos los periodicos internacionales. Porque claro, aca en cuanto te ven haciendo fotos y escribiendo en un papel... ya eres periodista. Eso si, la coleccion de fotos en los hogares del mundo ganara mucho con el colorido de las imagenes captadas en estas tierras.
El rio Mekong cada vez mas ancho, precioso. Subiendome al techo del bote consegui escabullirme a ratos del ruido del motor y la marabunta de gentes por el suelo dormitando entre mochilas. Alla arriba si que se disfrutaba del viaje. Que maravilla de paisaje. Horas y horas viendo agua marron sobre la que a menudo pasan flotando troncos, remolinos y corrientes entre rocas que estrechan el cauce. Y a los lados, las omnipresentes montañas de jungla en la que se pierden los ojos. Verdes y mas verdes que acarician las pupilas. Y uno se imagina todo lo que se esconde entre tanta espesura y se me ponen los pelos de punta. Y ni una ciudad en dos dias, ni una fabrica, ni una presa, nada mas que algun poblado de bambu de vez en cuando, donde el bote para y se sube alguna lugarenya con un cerdo, unos pavos o sacos de saber que habra dentro. Y ni una carretera que comunique estos pueblos con ningun sitio. Su autovia es el rio, sus coches los kayukos (el que tiene plata a motor), su supermercado esta en el rio y la jungla,... Parece otro mundo dentro del mismo en el que en el mismo instante se dan codazos en la bolsa de Tokio.
No ha parado de llover, las nubes llegaban hasta las montanias y se quedabanahi enredadas todo el dia. Muchas veces llovizna tranquila y otras caia conuna rabia k parecia k se iba a desplomar el cielo y el mundo detras. Nuestros pies han quedado del color rojo de la Tierra, todo el dia caminandosobre barro rojo. Cuando dejaba algun ratito de llover y no estabamos atareados con algo, saliamos a pasear por el pueblico. Los ninios estan todo el dia en la calle jugando con unas semillas muy gordas a algo parecido a las canicas pero sin serlo. El pueblo esta lleno de cerdas preniadas y de millones de chanchitos k andan todo el dia sueltos por pueblo, junto con las gallinas y los perros.
A la tarde noche vuelven los hombres y las mujeres del campo y se lavan en un canio de agua gordo en la calle. Son animistas y cuando alguien enferma hacen rituales en un lugar destinado a ello en el pueblo k es una plaza delimitada por una empalizada de madera. Alli los hombres bailan afuera del circulo un baille ritmico dando pisadas fuertes contra el suelo y las mujeres en el centro algo mas despacio. Asi pueden estar toda la noche, o tres noches seguidas como en la celebracion del anio nuevo. Hay un monton de ninios de todas las edades enredando por ahi, y son gente muy agradable. LLevan como traje tipico unos pantalones bombachos de flores y una casaca hasta la rodilla de color azul, y eso es lo k visten todos, desde chicos a grandes. Este ha sido el escenario de nuestro curso, porke ha sido mas un escenario que que nos integraramos en la vida del pueblo. Ni tiempo nos quedaba para interactuar con la gente del pueblo. Algun rato con l=s nini=s y en las comidas con la familia que preparaba el papeo.
